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| Gabriel Lluelles y la minipimer |
Igual que muchos otros inventos anteriormente, la batidora empezó siendo un instrumento reducido únicamente al ámbito científico.
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| El físico Stephen Poplawski la inventó a comienzos del siglo XX |
La aportación de Poplawski fue la ubicación de cuchillas ligeramente
inclinadas que trituran el alimento grueso y desplazan las secciones
trituradas lejos de las hélices para que puedan entrar nuevos trozos de
alimento.
Durante muchos años se utilizó especialmente en los hospitales para mezclar fármacos junto con alimentos. Unos años después de emplearse en los hospitales y centros de salud pasó a las cafeterías, donde sirvió para crear batidos. Finalmente llegó a las cocinas de todos los hogares.
Este último hecho se produjo a partir de 1922, cuando un músico, Fred Waring, que tenía un familiar con problemas digestivos, se interesó por este invento, ya que hacía más fácil la ingesta de alimentos. Consiguió la colaboración del empresario Fred Osius y ambos se unieron para perfeccionar el modelo de Poplawski.
El resultado fue la primera batidora eléctrica, que tuvo un éxito inmediato entre las amas de casa norteamericanas de la década de los años veinte.
Posteriormente con la masiva difusión de
pastillas concentradas el uso médico se redujo y se difundió masivamente
en los hogares.
Los mecánicos estadounidenses George Schmidt y Fred Osius, residentes en
el estado de Wisconsin, fabricaron en 1904 las primeras batidoras
industriales de la historia. Seis años después, en 1910, ampliaron su
empresa junto con el ingeniero Chester Beach, que había desarrollado un
nuevo motor eléctrico, ideal para ser aplicado en las batidoras
domésticas, mercado al que trataban de acceder sus socios. Sin embargo,
su invención no obtuvo todo el éxito que cabía esperar.
La primera máquina batidora doméstica lanzada con verdadero éxito al mercado apareció en 1923, desarrollada y comercializada por la compañía estadounidense Air Mix Incorporated. Aquellos prototipos utilizaban un motor externo, sujeto a la batidora mediante unos tirantes. Hasta 1931 no se fabricó una batidora con motor incorporado, en una mejora desarrollada por la compañía Flexible Shaft de Chicago.
La primera máquina batidora doméstica lanzada con verdadero éxito al mercado apareció en 1923, desarrollada y comercializada por la compañía estadounidense Air Mix Incorporated. Aquellos prototipos utilizaban un motor externo, sujeto a la batidora mediante unos tirantes. Hasta 1931 no se fabricó una batidora con motor incorporado, en una mejora desarrollada por la compañía Flexible Shaft de Chicago.
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