sábado, 6 de abril de 2013

Mantequilla o margarina

 

La mantequilla y la margarina son alimentos fundamentalmente grasos, y aunque su aporte de proteínas e hidratos de carbono es insignificante, ayudan a tu organismo a que absorba mucho mejor las vitaminas liposolubles (A, D, E, K y carotenoides). Sin embargo, existen diferencias entre ellas que conviene tener en cuenta a la hora de realizar una elección apropiada.
  • La mantequilla es un alimento natural que se obtiene al separar la grasa de la leche mediante métodos físicos y es rica en vitaminas A y D.
  • La margarina es un alimento procesado que se elabora a partir de aceites vegetales refinados, los cuales se someten a un proceso llamado hidrogenación para conseguir que en lugar de ser líquidos se conviertan en un producto fácilmente untable. Además, suele enriquecerse con vitaminas A, D y E, que los aceites que la integran no contiene de forma natural.
 
Sus grasas marcan la diferencia
La composición de la margarina y la mantequilla y el tipo de ácidos grasos que aportan son muy distintos, tal como se muestra en la siguiente tabla. 
 
 Gráfico-mantequilla y margarina
 
Haz click para ampliar la imagen
 
  • En la mantequilla predominan los ácidos grasos saturados (de origen animal). En cambio, en la margarina la proporción de ácidos grasos insaturados (mucho más saludables) es mayor. Estos ácidos grasos insaturados, cuando sustituyen en la dieta a las grasas saturadas, ayudan a la reducción del llamado colesterol malo (o colesterol LDL), uno de los factores que contribuye al desarrollo de las enfermedades cardiovasculares.
  • Al estar elaborada con aceites vegetales, la margarina no contiene colesterol, y el aporte de vitaminas A, E y D (añadidas) es incluso superior al de la mantequilla.
  • Para una misma ración la margarina tiene menos calorías que la mantequilla, principalmente porque su contenido en agua es superior.

Los peligrosos ácidos grasos 'trans'
Sin embargo, es importante que tengas en cuenta que en el proceso de hidrogenación que se emplea en la elaboración de la margarina se forman un tipo de grasas muy poco saludables: los ácidos grasos trans, que en el organismo se comportan igual que los ácidos grasos saturados. Es decir, aumentan el colesterol total en sangre y disminuyen el colesterol bueno (colesterol HDL).

Precisamente para evitar este exceso de ácidos grasos trans algunos fabricantes obtienen la margarina mediante la combinación de varios procesos, no sólo de la hidrogenación. De esta manera su contenido de ácidos grasos trans puede llegar incluso a ser inferior al 1%. Fíjate muy bien en las etiquetas a la hora de adquirir una margarina y asegúrate que contiene un bajo contenido de ácidos grasos trans.
 
Entonces… ¿cuál debo elegir?
A algunas personas les encanta el sabor lácteo de la mantequilla, y otras optan por la suave textura de la margarina y su fácil untabilidad. En el fondo, ambos alimentos son aptos para formar parte de una dieta variada y equilibrada siempre que se consuman en cantidades adecuadas. Incluso puedes alternarlos en tus platos.

Eso sí, es importante que se respeten las recomendaciones generales sobre el consumo de grasas, que no debe superar el 30-35% de las kilocalorías totales diarias de la dieta. De ellas, el 7-8% debe corresponder a grasas saturadas, el 15-20% a grasas monoinsaturadas y el 5-7% a grasas poliinsaturadas.
 
(Fuente)

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